1. Infórmese. Hágale preguntas al médico sobre la salud de su ser querido.
2. Establezca límites.
3. Evite favorecer a un adicto.
4. Evite los desencadenares.
5. Mire y escuche.
6. Mantenga la calma.
7. Ofrezca respeto y elogios.
8. Pruebe cosas nuevas.

En todo caso de que la persona ya no quiera recibir ayuda de las personas que lo rodean hay grupos de recuperación dónde se tratan este tipo de temas y uno de los principales es la drogadicción, se mantienen en estadía durante un tiempo por lo que se dedican a hacer labores domésticas y sociales.

En 1874 se creó el primer opiáceo semisintético, la heroína, que fue comercializado por la fábrica Bayer como sustitutivo del opio y la morfina en los tratamientos de deshabituación. Su alta adicción hizo que en Estados Unidos y en Inglaterra generase una fuerte adicción que fue extendiéndose por el resto del mundo.

cannabis fue originario de Asia Central. Gracias a los registros arqueológicos podemos saber que el cannabis ya era empleado como fuente de fibras textiles en el 4.000 a.C. Sus propiedades alucinógenas probablemente fueron descubiertas por primera vez en Oriente, ya que algunos escritos chinos de hace 3.000 años indicaban que el cáñamo tomado en exceso hace ver monstruos y que si se usa largo tiempo puede comunicar con los espíritus y aligerar el cuerpo

La drogadicción es una enfermedad crónica la cual obliga al ser humano a consumir cualquier clase de droga sin control y por supuesto esto traera consecuencias graves para quien lo consume.

Cuando se toma la decisión de comenzar a usar drogas no siempre es voluntaria, algunas veces las personas que somos jóvenes podemos vernos forzados durante alguna situación por ejemplo la convivencia entre nuestros «amigos» pero es claro que la mejor opción es negarnos a hacer dicha acción, porque una vez que lo pruebas no lo podrás dejar…

Esta claro que el uso de drogas afecta a muchas partes de nuestro sistema, sin embargo los cambios en el cerebro suelen ser los más perjudicados. Estos cambios del cerebro pueden ser persistentes, por lo cual se considera la drogadicción una enfermedad «reincidente» las personas en recuperación del trastorno están a un alto riesgo a volver a usar drogas aunque lleven años sin usarlas.

Es común que una persona recaiga, pero la recaída no significa que el tratamiento no sirva. Similar a otras condiciones crónicas de la salud, el tratamiento debe de ser continuo y ajustado basado en cómo el paciente responda. Los planes de tratamiento necesitan ser revisados a menudo y modificados para adaptarse a las necesidades cambiantes del paciente.